Pensar bien la distribución, utilizar el color blanco y aprovechar los rincones más desaprovechados son algunas de las ideas que te proponemos a continuación.

Hay una serie de tácticas que te ayudarán a potenciar las virtudes de tu casa a la vez que consigues hacer espacio. ¡Notarás el cambio!

LAS CLAVES PARA DECORAR TUS ESPACIOS

  1. Muebles. Diseños limpios con patas altas que estilizan y proporcionan amplitud visual. Las mesas redondeadas facilitan el paso.
  2. Minimalismo. Aplica la filosofía del menos es más. Menos cosas, más espacio (y más facilidades para limpiar).
  3. Cristal. Las lámparas transparentes son tendencia, las verás sobre todo agrupadas y colgantes. Los jarrones son un must en este sentido. Aprovecha los de color para crear intensidad.
  4. Paredes. Todo lo que vaya colgado ayudará a mantener las superficies despejadas. Estanterías altas, cuadros y tapices son sus grandes protagonistas.
  5. Colores. El blanco y otros neutros con notas de acento en cojines o detalles decorativos.

Confiar en el blanco como color principal

Los espacios pequeños necesitan luz y, sobre todo, engañar al ojo para hacer las estancias más amplias y altas. Los revestimientos de ladrillo blanco consiguen este efecto, además de dar textura y ¡quedan chulísimos!

  • Cortinas. También en blanco y lo más ligeras posibles para dejar que entre toda la luz. Si te apetece mucho pueden tener un estampado ligerito. Otra opción es poner visillos y cortinas más gruesas pensando en el invierno ya que aíslan del frío, pero siempre en tonos suaves.
  • Mobiliario. El estilo escandinavo sabe muy bien cómo adaptarse a los espacios pequeños. Para que no resulte frío puedes combinar los muebles blancos con detalles en madera en su tono más natural.
  • Textiles. Lo ideal es mantener el blanco y los tonos crudos en los textiles principales. Si quieres darle vidilla juega con texturas distintas en la colcha (o en la manta de la siesta si se trata del salón) y añade pinceladas de color en los cojines.